Eucaristía del Lunes 04 de Julio de 2022
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo te desposaré para siempre.
Lectura de la profecía de Oseas 2, 16.17b-18. 21-22
Así habla el Señor:
Yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré a su corazón. Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.
Aquel día -oráculo del Señor- tú me llamarás: ‘Mi Esposo’ y ya no me llamarás: ‘Mi Baal’.
Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia; te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor.
SALMO RESPONSORIAL 144, 2-9
R/. ¡El Señor es bondadoso y compasivo!
Señor, día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable!
Cada generación celebra tus acciones y le anuncia a las otras tus portentos: ellas hablan del esplendor de tu gloria, y yo también cantaré tus maravillas.
Ellas publican tus tremendos prodigios y narran tus grandes proezas; divulgan el recuerdo de tu inmensa bondad y cantan alegres por tu victoria.
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.
EVANGELIO
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf. 2Tim 1, 10b
Aleluya.
Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO
Mi hija acaba de morir, pero ven y vivirá.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 18-26
Se presentó a Jesús un alto jefe y, postrándose ante Él, le dijo: “Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá”. Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: “Con sólo tocar su manto, quedaré sana”. Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: “Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado”. Y desde ese instante la mujer quedó sana.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo: “Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme”. Y se reían de Él. Cuando hicieron salir a la gente, Él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó. Y esta noticia se divulgó por aquella región.