¿Qué es la Santísima Trinidad?
La Iglesia Católica celebra este misterio inescrutable todos los años el domingo siguiente a Pentecostés. En 2023, la Solemnidad de la Santísima Trinidad es el 4 de junio.
El Catecismo de la Iglesia Católica en su párrafo 234 señala,
El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la “jerarquía de las verdades de fe”. “Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela a los hombres, los aparta del pecado y los reconcilia y une consigo.”
¿Qué significa que la Trinidad es un Misterio?
Los objetos de la fe cristiana como la Trinidad están más allá de la naturaleza creada. En cuanto realidades sobrenaturales, no pueden ser conocidas por la razón ni los sentidos, sino que deben ser reveladas por Dios, que es el único que las conoce y comprende. Ese es el motivo por el cual la Trinidad es un misterio.
Sin embargo, se puede razonar los misterios de la fe por analogía con elementos que sí conocemos, y demostrar que no son incompatibles con la razón sino que están más allá de la comprensión natural. Esa posibilidad es la base de varios dogmas que tienen que ver con misterios de la fe que han sido promulgados por la Iglesia a lo largo de los siglos, así como las conclusiones teológicas a las que se ha llegado a través de la razón… todas, fundadas en un acto de fe en la verdad del misterio.
¿Cuál es el origen del término Trinidad?
En la Sagrada Escritura, se revela que Dios es Uno y Dios es Trino en cuanto a que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios. Esta es la fe de la Iglesia desde sus inicios. Con el tiempo, evolucionó un lenguaje teológico, mayormente para excluir errores diversos acerca de la naturaleza de Dios (por ejemplo, tres dioses, o tres modos o aspectos de Dios). Después del fin de la persecución romana en el año 313, la labor teológica de refutar errores respecto de Dios y de Cristo mantendría ocupada a la Iglesia durante los concilios de los siglos IV y V.
Específicamente el término “Trinidad “parece haberse instalado hacia el fin del siglo II. Se encuentra el término expresado en griego, trias, cerca del año 180: en Teófilo de Antioquía, que lo explica con las siguientes palabras: “la Trinidad de Dios (el Padre), el Verbo y su Sabiduría (“Ad. Autol”, II, 15). Tertuliano adoptará el término en latín Trinitas, que en el siglo III se hará conocido.
“En todas nuestras acciones, cuando entramos o salimos, cuando nos vestimos, cuando nos lavamos, cuando comemos, antes de retirarnos a dormir, hacemos en nuestra frente la señal de la cruz.” – Tertuliano (ca. 200 A.D.)
¿Qué significa que Dios sea una “Trinidad”?
El Catecismo en sus párrafos 253-255 lo explica de la siguiente manera:
La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial”. Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: “El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza”. “Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina” (Concilio de Letrán IV, año 1215).
Las Personas divinas son realmente distintas entre sí. “Dios es único pero no solitario”. “Padre”, “Hijo”, Espíritu Santo” no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: “El que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo”. Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: “El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede”. La Unidad divina es Trina.
Las Personas divinas son relativas unas a otras. La distinción real de las Personas entre sí, porque no divide la unidad divina, reside únicamente en las relaciones que las refieren unas a otras: “En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla de estas tres Personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o substancia”. En efecto, “en Dios todo es uno, excepto lo que comporta relaciones opuestas”. “A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo”.
“El cristiano recibe sabiduría divina de tres maneras: a través de los mandamientos, las enseñanzas y la fe. Los mandamientos liberan la mente de las pasiones. Las enseñanzas la llevan al verdadero conocimiento de la naturaleza. La fe la lleva a la contemplación de la Santísima Trinidad.” – San Máximo el Confesor (ca. 650)
¿Quiénes son las tres Personas Divinas?
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo son las Tres Personas Divinas de la Santísima Trinidad.
¿Quién es la Primera Persona de la Trinidad?
Dios Padre es la Primera Persona de la Santísima Trinidad. Eso significa que es la Fuente o Principio de lo que se denomina las “procesiones” de las otras dos Personas.
En el Antiguo Testamento, las referencias a “Dios”, sea Yahveh, Adonai o sea con el nombre con que se lo llame, son referencias a la naturaleza divina, pero en cierto sentido son también el “principio” de esa naturaleza, el Padre, de quien procede la deidad eternamente. Así, los cristianos pueden tomar las referencias a Dios que hay en la Escritura como referidas a la Unidad de la naturaleza divina o al Padre, dependiendo del contexto.
¿Quién es la Segunda Persona de la Trinidad?
El Hijo es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Procede del Padre como Su Palabra divina desde toda la eternidad. El término “generación” también se usa para hablar de esta procesión. La analogía humana de la filiación, entonces, refleja eso y el hecho de que la Segunda Persona es la Palabra de Dios o Su Imagen, como explica San Pablo en la carta a los Colosenses (1,15).
¿Quién es la Tercera Persona de la Trinidad?
La Tercera Persona de la Santísima Trinidad es el Espíritu Santo. Procede del Padre y del Hijo como su Espíritu, el Espíritu del Amor.
“Tres Personas que son un solo Dios, porque el Padre es amor, el Hijo es amor y el Espíritu es amor. Dios es todo amor y sólo amor, amor purísimo, infinito y eterno. No vive en una espléndida soledad, sino que más bien es fuente inagotable de vida que se entrega y comunica incesantemente. Lo podemos intuir, en cierto modo, observando tanto el macro-universo —nuestra tierra, los planetas, las estrellas, las galaxias— como el micro-universo —las células, los átomos, las partículas elementales—. En todo lo que existe está grabado, en cierto sentido, el “nombre” de la Santísima Trinidad, porque todo el ser, hasta sus últimas partículas, es ser en relación, y así se trasluce el Dios-relación, se trasluce en última instancia el Amor creador. Todo proviene del amor, tiende al amor y se mueve impulsado por el amor, naturalmente con grados diversos de conciencia y libertad.” – Papa Benedicto XVI