Eucaristía del Jueves 23 de Noviembre de 2023
Jueves de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario
San Clemente I, papa y mártir
Memoria libre
Color: rojo
Después de los discretos pontificados de Lino y Cleto, Clemente pasa a ser el tercer sucesor de Pedro. Según san Ireneo, “Clemente había visto a los Apóstoles, y su predicación resonaba en sus oídos”. En la carta que, hacia el año 95 escribió a los corintios para exhortarlos a la unidad, Clemente evoca con emoción el recuerdo de Pedro y Pablo.
Antífona de entrada
Este santo combatió hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las amenazas de los impíos: estaba arraigado sobre roca firme.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que eres admirable en tus santos, concédenos celebrar con alegría la fiesta de san Clemente, sacerdote y mártir de tu Hijo, quien dio testimonio, con su muerte, de los misterios que celebraba y confirmó, con su ejemplo, lo que predicaba con su palabra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Nos mantendremos fieles a la Alianza de nuestros padres.
Lectura del primer libro de los Macabeos 2, 15-29
En aquellos días:
Los delegados del rey Antíoco, encargados de imponer la apostasía, llegaron a la ciudad de Modín para exigir que se ofrecieran los sacrificios. Se presentaron muchos israelitas, pero Matatías y sus hijos se agruparon aparte. Entonces los enviados del rey fueron a decirle: “Tú eres un jefe ilustre y gozas de autoridad en esta ciudad, respaldado por hijos y hermanos. Sé el primero en acercarte a ejecutar la orden del rey, como lo han hecho todas las naciones, y también los hombres de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Así tú y tus hijos serán contados entre los amigos del rey y gratificados con plata, oro y numerosos regalos”.
Matatías respondió en alta voz: “Aunque todas las naciones que están bajo el dominio del rey lo obedezcan y abandonen el culto de sus antepasados para someterse a sus órdenes, yo, mis hijos y mis hermanos nos mantendremos fieles a la Alianza de nuestros padres. El Cielo nos libre de abandonar la Ley y los preceptos. Nosotros no acataremos las órdenes del rey desviándonos de nuestro culto, ni a la derecha ni a la izquierda”.
Cuando acabó de pronunciar estas palabras un judío se adelantó a la vista de todos, para ofrecer un sacrificio sobre el altar de Modín, conforme al decreto del rey. Al ver esto, Matatías se enardeció de celo y se estremecieron sus entrañas; y dejándose llevar por una justa indignación, se abalanzó y lo degolló sobre el altar. Ahí mismo mató al delegado real que obligaba a ofrecer los sacrificios y destruyó el altar. Así manifestó su celo por la Ley, como lo había hecho Pinjás con Zimrí, hijo de Salú.
Luego comenzó a gritar por la ciudad con todas sus fuerzas: “Todo el que sienta celo por la Ley y quiera mantenerse fiel a la Alianza, que me siga”. Y abandonando todo lo que poseían en la ciudad, él y sus hijos huyeron a las montañas.
Entonces muchos judíos, amantes de la justicia y el derecho, se retiraron al desierto para establecerse allí.
SALMO RESPONSORIAL 49, 1-2. 5-6. 14-15
R/. El que va por el buen camino verá al Señor.
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura.
“Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi alianza con un sacrificio”. ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez!
“Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro: Yo te libraré, y tú me glorificarás”.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf. Sal 94, 7d. 8a
Aleluya.
Escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. Aleluya.
EVANGELIO
¡Si hubieras comprendido el mensaje de paz!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 19, 41-44
Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos.
Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.