Eucaristía del Martes 28 de Noviembre de 2023
Martes de la trigésima cuarta semana del tiempo ordinario
Por las vocaciones religiosas
Propuesta celebrativa
Color: verde
Antífona de comunión Cf. Mt 19, 21
Dice el Señor: si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y sígueme.
ORACIÓN COLECTA
Mira con bondad a nuestra familia, Señor, y bendícela con nuevas vocaciones, para que pueda alcanzar la perfección de la caridad y trabajar eficazmente por la salvación de los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Dios suscitará un reino que nunca será destruido, y aniquilará a todos los reinos.
Lectura de la profecía de Daniel 2, 31-45
Daniel dijo al rey Nabucodonosor:
Tú, rey, estabas mirando, y viste una gran estatua. Esa estatua, enorme y de un brillo extraordinario, se alzaba delante de ti, y su aspecto era impresionante.
Su cabeza era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus caderas, de bronce; sus piernas, de hierro, y sus pies, parte de hierro y parte de arcilla.
Tú estabas mirando, y de pronto se desprendió una piedra, sin que interviniera ninguna mano: ella golpeó la estatua sobre sus pies de hierro y de arcilla, y los pulverizó.
Entonces fueron pulverizados al mismo tiempo el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; fueron como la paja en la era durante el verano: el viento se los llevó y no quedó ningún rastro. En cuanto a la piedra que había golpeado la estatua, se convirtió en una gran montaña, y llenó toda la tierra.
Éste fue el sueño; ahora diremos su interpretación en presencia del rey. Tú, rey, eres el rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha conferido la realeza, el poder, la fuerza y la gloria; Él ha puesto en tus manos a los hombres, los animales del campo y las aves del cielo, cualquiera sea el lugar donde habitan, y te ha hecho dominar sobre todos ellos: por eso la cabeza de oro eres tú.
Después de ti surgirá otro reino inferior a ti, y luego aparecerá un tercer reino, que será de bronce y dominará sobre toda la tierra. Y un cuarto reino será duro como el hierro: así como el hierro tritura y pulveriza todo -como el hierro que destroza- él los triturará y destrozará a todos ellos.
También has visto los pies y los dedos, en parte de arcilla de alfarero y en parte de hierro, porque ese será un reino dividido: habrá en él algo de la solidez del hierro, conforme a lo que has visto del hierro mezclado con la masa de arcilla; pero como los dedos de los pies son en parte de hierro y en parte de arcilla, una parte del reino será fuerte, y una parte frágil.
Tú has visto el hierro mezclado con la masa de arcilla, porque ellos se mezclarán entre sí por lazos matrimoniales, pero no llegarán a adherirse mutuamente, como el hierro no se mezcla con la arcilla.
Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido y cuya realeza no pasará a otro pueblo: él pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, y él mismo subsistirá para siempre, porque tú has visto que una piedra se desprendía de la montaña, sin la intervención de ninguna mano, y ella pulverizó el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro.
El Dios grande hace conocer al rey lo que va a suceder en adelante. El sueño es cierto y su interpretación digna de fe.
SALMO RESPONSORIAL Dn 3, 57-61
Todas las obras del Señor, bendigan al Señor.
R/. ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Ángeles del Señor, bendigan al Señor.
R/. ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Cielos, bendigan al Señor.
R/. ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Todas las aguas que están sobre los cielos, bendigan al Señor.
R/. ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
Todos, los ejércitos celestiales, bendigan al Señor.
R/. ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Apoc 2, 10c
Aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona, de la vida. Aleluya.
EVANGELIO
No quedará piedra sobre piedra.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 21, 5-9
Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.
Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”
Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”.