Eucaristía del Sábado 03 de Febrero de 2024
Sábado de la cuarta semana del tiempo ordinario
San Blas, obispo y mártir
Memoria libre
Color: rojo
El culto de san Blas (s.IV), obispo de Sebaste en Armenia y mártir durante la persecución del emperador Diocleciano, se extendió en Occidente a partir del siglo XI, por los milagros que le atribuye su leyenda. Numerosas iglesias han sido puestas bajo su patrocinio.
Antífona de entrada Cf. 1 Sam 2, 35
Me suscitaré un sacerdote fiel, que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, las súplicas que te presentamos por la intercesión de san Blas, mártir, y concédenos gozar de la paz en esta vida y recibir la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Concede a tu servidor un corazón comprensivo para juzgar a tu pueblo.
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 4-13
El rey Salomón fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ése era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos.
En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: “Pídeme lo que quieras”.
Salomón respondió: “Tú has tratado a tu servidor David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; Tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo.
Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que Tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?”
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo: “Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, Yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida”.
SALMO RESPONSORIAL 118, 9-14
R/. ¡Enséñame, Señor, tus preceptos!
¿Cómo un joven llevará una vida honesta? Cumpliendo tus palabras. Yo te busco de todo corazón: no permitas que me aparte de tus mandamientos.
Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. Tú eres bendito, Señor: enséñame tus preceptos.
Yo proclamo con mis labios todos los juicios de tu boca. Me alegro de cumplir tus prescripciones, más que de todas las riquezas.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Jn 10, 27
Aleluya.
“Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Eran como ovejas sin pastor.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 6, 30-34
Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco”. Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.