Eucaristía del Lunes 27 de Mayo de 2024
Lunes de la octava semana del tiempo ordinario
San Agustín de Cantorbery, obispo
Memoria libre
Color: verde/blanco
Agustín (siglo VI-VII) fue enviado por el Papa Gregorio Magno a Inglaterra, a la cabeza de un grupo de monjes romanos, a fin de anunciar el Evangelio entre los sajones que acababan de establecerse en la isla, misión que cumplió con gran éxito.
Ordenado Obispo de Cantorbery, Agustín organizó la Iglesia y cristianizó al pueblo, respetando en lo posible sus tradiciones ancestrales.
Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11.23-24
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: Yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, por la predicación del obispo san Agustín de Cantorbery llevaste al conocimiento del Evangelio a los pueblos de Inglaterra; haz que los frutos de sus esfuerzos se mantengan en tu Iglesia con perenne fecundidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Ustedes aman a Cristo sin haberlo visto, y creyendo en Él, se alegran con un gozo indecible.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro 1, 3-9
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, nos hizo renacer, por la resurrección de Jesucristo, a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo. Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final.
Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente: así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo. Porque ustedes lo aman sin haberlo visto, y creyendo en Él sin verlo todavía, se alegran con un gozo indecible y lleno de gloria, seguros de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación.
SALMO RESPONSORIAL 110, 1-2. 5-6. 9. 10c
R/. ¡El Señor se acuerda eternamente de su Alianza!
Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos. Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas.
Proveyó de alimento a sus fieles y se acuerda eternamente de su Alianza. Manifestó a su pueblo el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones.
Él envió la redención a su pueblo, promulgó su Alianza para siempre: su Nombre es santo y temible. ¡El Señor es digno de alabanza eternamente!
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO 2Cor 8, 9
Aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. Aleluya.
EVANGELIO
Vende lo que tienes y sígueme.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 10, 17-27
Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia Él y, arrodillándose, le, preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”. El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. Él, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”. Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para Él todo es posible”.