Eucaristía del Sábado 01 de Junio de 2024
Sábado de la octava semana del tiempo ordinario
San Justino, mártir
Memoria obligatoria
Color: rojo
Justino (siglo II), oriundo de Samaría, después de convertirse al cristianismo, abrió en Roma una escuela de filosofía. Escribió en defensa y dirigió al emperador Antonio una Apología de los cristianos. Denunciado por un colega, profesó firmemente su fe delante del juez y fue condenado a muerte junto con otros seis cristianos durante la persecución de Marco Aurelio.
Antífona de entrada Sal 118, 85. 46
Los malvados dijeron cosas vanas de mí, ignorando tu ley; pero yo daba testimonio de ti delante de los reyes, y no me avergonzaba.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, que enseñaste al mártir san Justino la ciencia incomparable de Jesucristo, por la locura de la cruz, concédenos por su intercesión que, rechazando los engaños del error, obtengamos la firmeza de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Dios puede preservarlos de toda caída y hacerlos comparecer sin mancha en la presencia de su gloria.
Lectura de la carta de san Judas 17. 20b-25
Queridos hermanos:
Acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo. Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna.
Traten de convencer a los que tienen dudas, y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo.
A Aquél que puede preservarlos de toda caída y hacerlos comparecer sin mancha y con alegría en la presencia de su gloria, al único Dios que es nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, el honor, la fuerza y el poder, desde antes de todos los tiempos, ahora y para siempre. Amén.
SALMO RESPONSORIAL 62,2-6
R/. ¡Mi alma tiene sed de ti, Señor!
Señor, Tú eres mi Dios, yo te busco ardientemente; mi alma tiene sed de ti, por ti suspira mi carne como tierra sedienta, reseca y sin agua.
Sí, yo te contemplé en el Santuario para ver tu poder y tu gloria. Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu Nombre. Mi alma quedará saciada como con un manjar delicioso, y mi boca te alabará con júbilo en los labios.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf. Col 3, 16a. 17c
Aleluya.
Que la palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza; dando gracias por Él a Dios Padre. Aleluya.
EVANGELIO
¿Con qué autoridad haces estas cosas?
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 11, 27-33
Después de haber expulsado a los vendedores del Templo, Jesús volvió otra vez a Jerusalén. Mientras caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a Él y le dijeron: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?”
Jesús les respondió: “Yo también quiero hacerles una pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de, Juan Bautista, ¿venía del cielo o de los hombres?”
Ellos se hacían este razonamiento: “Si contestamos: “Del cielo”, Él nos dirá: “¿Por qué no creyeron en Él?” ¿Diremos entonces: “De los hombres”?” Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: “No sabemos”.
Y Él les respondió: “Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas”.