Eucaristía del Lunes 10 de Junio de 2024
Lunes de la décima semana del tiempo ordinario
De la Misericordia de Dios
Propuesta celebrativa
Color: verde
Antífona de entrada Cf. Jer 31, 3; 1 Jn 2,2
Con amor eterno nos amó Dios: envió a su Hijo único como víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tu misericordia no tiene límites y tu bondad es un tesoro inagotable; acrecienta la fe del pueblo consagrado a ti, para que pueda comprender la inestimable grandeza del amor que nos creó, de la sangre que nos redimió y del Espíritu que nos regeneró Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Elías sirve al Señor, el Dios de Israel.
Lectura del primer libro de los Reyes 17, 1-6
Elías, de Tisbé en Galaad, dijo a Ajab: “¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, a quien yo sirvo, no habrá estos años rocío ni lluvia, a menos que yo lo diga!”
La palabra del Señor le llegó en estos términos: “Vete de aquí; encamínate hacia el Oriente y escóndete junto al torrente Querit, que está al este del Jordán. Beberás del torrente, y Yo he mandado a los cuervos que te provean allí de alimento”.
Él partió y obró según la palabra del Señor: fue a establecerse junto al torrente Querit, que está al este del Jordán. Los cuervos le traían pan por la mañana y carne por la tarde, y él bebía del torrente.
SALMO RESPONSORIAL 120, 1-8
R/. ¡Nuestra ayuda nos viene del Señor!
Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda? La ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Él no dejará que resbale tu pie: ¡tu guardián no duerme! No, no duerme ni dormita el guardián de Israel.
El Señor es tu guardián, es la sombra protectora a tu derecha: de día, no te dañará el sol, ni la luna de noche.
El Señor te protegerá de todo mal y cuidará tu vida. Él te protegerá en la partida y el regreso, ahora y para siempre.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mt 5, 12
Aleluya.
Alégrense y regocíjense, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo. Aleluya.
EVANGELIO
Felices los que tienen alma de pobres.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 4, 25-5, 12
Seguían a Jesús grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.
Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a Él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
“Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron”.