Diciembre 30, 2024

Parroquia Nuestra Señora de la Buena Esperanza

Santuario San Sebastian de Panimavida

Eucaristía del Lunes 17 de Junio de 2024

Lunes de la undécima semana del tiempo ordinario
Por la Iglesia
Propuesta celebrativa
Color: verde

Antífona de entrada  Cf. Ef 1, 9. 10 

Dios nos hizo conocer el misterio de su voluntad: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios nuestro, con admirable providencia has dispuesto que el Reino de Cristo se extendiera por todo el mundo y que todos los hombres participaran de la redención; concede a tu Iglesia ser sacramento universal de salvación y manifestar el Salvador a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Nabot fue apedreado y murió.

Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-19

Nabot, el izreelita, tenía una viña en lzreel, al lado del palacio de Ajab, rey de Samaría. Ajab dijo a Nabot: “Dame tu viña para hacerme una huerta, ya que está justo al lado de mi casa. Yo te daré a cambio una viña mejor o, si prefieres, te pagaré su valor en dinero”.

Pero Nabot respondió a Ajab: “¡El Señor me libre de cederte la herencia de mis padres!”

Ajab se fue a su casa malhumorado y muy irritado por lo que le había dicho Nabot, el izreelita: “No te daré la herencia de mis padres”. Se tiró en su lecho, dio vuelta la cara y no quiso probar bocado.

Entonces fue a verlo su esposa Jezabel y le preguntó: “¿Por qué estás tan malhumorado y no comes nada?”

Él le dijo: “Porque le hablé a Nabot, el izreelita, y le propuse: “Véndeme tu viña o, si quieres, te daré otra a cambio”. Pero él respondió: “No te daré mi viña” ”.

Su esposa Jezabel le dijo: “¿Así ejerces tú la realeza sobre Israel? ¡Levántate, come y alégrate! ¡Yo te daré la viña de Nabot, el izreelita!”

Enseguida escribió una carta en nombre de Ajab, la selló con el sello del rey y la envió a los ancianos y a los notables de la ciudad, conciudadanos de Nabot. En esa carta escribió: “Proclamen un ayuno y en la asamblea del pueblo hagan sentar a Nabot en primera fila. Hagan sentar enfrente a dos malvados, que atestigüen contra él, diciendo: “Tú has maldecido a Dios y al rey”. Luego sáquenlo afuera y mátenlo a pedradas”.

Los hombres de la ciudad, los ancianos y notables, conciudadanos de Nabot, obraron de acuerdo con lo que les había mandado Jezabel, según lo que estaba escrito en la carta que les había enviado. Proclamaron un ayuno e hicieron sentar a Nabot en primera fila. En seguida llegaron dos malvados que se le sentaron enfrente y atestiguaron contra él diciendo: “Nabot ha maldecido a Dios y al rey”. Entonces lo sacaron fuera de la ciudad y lo mataron a pedradas. Y mandaron decir a Jezabel: “Nabot fue apedreado y murió”.

Cuando Jezabel se enteró de que Nabot había sido matado a pedradas, dijo a Ajab: “Ya puedes tomar posesión de la viña de Nabot, ésa que él se negaba a venderte, porque Nabot ya no vive: está muerto”.

Apenas oyó Ajab que Nabot estaba muerto, bajó a la viña de Nabot, el izreelita, para tomar posesión de ella.

Entonces la palabra del Señor llegó a Elías, el tisbita, en estos términos: “Baja al encuentro de Ajab, rey de Israel en Samaría.

Ahora está en la viña de Nabot: ha bajado allí para tomar posesión de ella. Tú le dirás: Así habla el Señor: ¡Has cometido un homicidio, y encima te apropias de lo ajeno! Por eso, así habla el Señor: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, allí también lamerán tu sangre”.

SALMO RESPONSORIAL    5, 2-3a. 5-7

R/. ¡Atiende a mis gemidos, Señor!

Señor, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos; oye mi clamor, mi Rey y mi Dios.

Tú no eres un Dios que ama la maldad; ningún impío será tu huésped, ni los orgullosos podrán resistir delante de tu mirada.

Tú detestas a los que hacen el mal y destruyes a los mentirosos. ¡Al hombre sanguinario y traicionero lo abomina el Señor! 

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Sal 118, 105

Aleluya.

Tu palabra es una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino. Aleluya. 

EVANGELIO

Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 38-42

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.

Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.

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